jueves, 7 de agosto de 2008

One Step Forward... 2 Steps Back

Hoy me dí cuenta que las manos de un homre me dan pavor, me siguen dando a pesar de tantos años del incidente; creí haberlo dejado atrás, pues haber ido con una psicóloga y hablar de ello había ayudado a recuperarme, pero al parecer la realidad es que una ola de miedo inunda mis sentidos cuando él - cualquiera su nombre- trata de tocar mi cuerpo, aunque sean mis manos, mi cintura o picarme la panza en forma de broma.
¿Cómo llegue a esta conclusión?
simple:
Hoy en el viaje de regreso a mi casa en el autobús de la universidad venía sentada con un amigo - sea su nombre X-, estaba exhausta por el cambio de horario de vacaciones a clases, y no dude en recostarme sobre su hombro para dormirme... como lo había hecho por un buen de tiempo y en donde siempre había existido una linea de respeto, pero en esta ocación, cuando paso sus manos a mis hombros para evitar que me golpeara la cabeza con la ventana u otra cosa, sentí que sus dedos bajaban un poco, de mi espalda a la cintura... pasando un poco por el busto. No estaba del todo dormida, así que me paralize cuando lo sentí rondando, mi estomago se volvió nudo y solo quería llegar a mi parada y vomitar. Las manos me temblaban de manera increíble, al grado que las escondí dentro de mi mochila... tuve que mantener un poco la finta de estar dormida por unas dos canciones más (estaba escuchando mi iPod) para que la cosa no pareciera sospechosa, luego me reacomode en mi lugar y permanecí en silencio, X nisiquiera trato de explicarse... pero después de todo no tiene porque, no le he reclamado...
una vez más lo deje pasar.

Durante los pasados dos años de preparatoria he tenido un crecimiento emocional muy fuerte, que se relaciona mucho con una infancia que dejo una huella demasiado profunda para ser curada con un simple curita, se requiere de conversación, de conceptos, puntos de vista, y explicaciónes lógicas a lo sucedido para poder controlarlo.
Creí tener mi niño herido bajo control, poder ser capaz de ver de frente con los ojos claro, sin mezclar lo vivido con lo por vivir... pero al parecer la cosa sigue desiquilibrada, y aún no llegó a ese punto intermedio tan necesario.

En el verano este mismo chavo X trato de propasarse conmigo, lo deje pasar nuevamente, por miedo a hablar, a expresarme, como me paso hacía años. No supe decirle que NO, y hasta la fecha me veo incapaz de hacerlo, con X lo he descubierto.
Mi temor es que X me crea una persona que no soy, y que los demás también. Ya fui un juguete sexual hace años... no pienso volver a serlo, no de X, de él o de cualquier otra persona.
Tengo que lograr avanzar y no echarme para atrás... no debo dejar vencerme por mi pasado.